RESEÑA| Nada que cesa
¿Quién es Fernando Arias?
Artista visual autodidacta con intereses en la política de la naturaleza humana, ambiental y social. Graduado en Publicidad (Universidad Tadeo Lozano), Arias aplicó los conceptos de consumo capitalista a la venta de ideas a través del arte en lugar de productos. Por medio del video, la fotografía, la instalación y las acciones audiovisuales, el artista explora la condición humana, los problemas sociales y ambientales, los conflictos, la política, la sexualidad y la religión.
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FERNANDO ARIAS
“NADA QUE CESA”
El Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO) inauguro en el 2020 “Nada que cesa”, del artista Fernando Arias (Armenia, Colombia 1963) reconocido internacionalmente por su trabajo subversivo con el cuerpo, el género y la sexualidad. Es la exposición más grande y completa dedicada a su trayectoria hasta la fecha.
El trabajo de Arias estaba conectado con el tema principal de la programación expositiva del MAMBO de ese mismo año (2020), que estaba encaminada a la exploración del arte como mecanismo público, social, cultural y político de transformación y cambio. De una manera provocativa, Arias resalto las principales preocupaciones que están conectadas a la situación social y política del país.
Esta exposición fue una oportunidad para plantar una semilla que generara pensamientos y que multiplicara los cuestionamientos en los espectadores. Arias no buscaba dar respuestas, sino estimular diálogos y conciliaciones que nos llevaran a actuar.
Arias utilizo diversos elementos, los recogió y logro generar con ellos reflexiones ideológicas, hizo recuento de los miles de líderes y lideresas sociales que han sido asesinados, llevándonos a ese lugar inexplorado de nuestro pensamiento, haciéndonos dudar sobre las decisiones estatales que indirectamente hemos apoyado.
Así mismo, presento obras basadas en símbolos nacionales que él mismo apropia y recontextualiza, representándolos con otros iconos de poder que son más acoplables a la realidad de la nación.
La exposición indujo al espectador a preocuparse por la política, el poder y la sociedad. No nos puso entre la espada y la pared, nos coloco en frente de estos, para que nos diéramos cuenta como la jerarquía nos ha sumido creando una actitud indiferente, estereotipada y de manera masiva en los ciudadanos.
De manera clara, enalteció el derecho de pensar, ser y sentir diferente; y se lamento Arias de ver como Colombia es un recorrido histórico que visibiliza la muerte de una nación sublimada al miedo que dejo de perseguir sus ideales de justicia y equidad porque esas palabras comenzaron a ser la representación de la sangre.
Un recorrido literal y crudo, sin mediaciones.
El recorrido presentaba obras anteriores del artista revestidas, obras inéditas y obras realizadas especialmente para la exposición con fotografías, esculturas, videos e instalaciones. En sus obras, Arias evidencia temas como la construcción de nación, las relaciones de poder, la política, la violencia, el conflicto armado, las dinámicas represivas que han determinado las instituciones religiosas y políticas en el ser humano.
Lo que fue evidente con el nombre de la exposición, surge como reflexión a una de las frases emblemáticas del himno nacional de Colombia: ¡Cesó la horrible noche! Frase parafraseada por el entonces presidente Juan Manuel Santos, que orgulloso de su logro quiso sellarlo con una frase corta pero eficaz, pero ¿Acaso la paz a llegado? ¿Esa paz que tanto nos prometieron se quedó en la duana?
En esta obra, Arias cometio un error ortográfico al escribir la palabra paz; la escribe con "S" y no con "Z", buscando de esa manera, hacernos cuestionar si la paz que "conseguimos" realmente es la paz que queremos. Una obra interpretativa, que nos hace reflexionar sobre como siempre hay un error demasiado evidente, pero que esa luz neón que la traza irónicamente la transforma en un resplandor disfrutable, que desaparece cuando se apaga; ese brillo manifiesta un resplandor de algo que está mal, es el brillo ostentoso del fracaso que se exhibe sin embargo como si fuese un éxito. Entonces ¿Hay algo mal con nuestra paz? ¿Con esta paz nos quedaremos? ¿Haremos de esta paz mal escrita nuestra paz legítima? Y es aquí donde realmente el arte es una expresión sensorial que nos hace sentir y pensar, Arias lo recalca siempre que se le pregunta, su exposición no busca inculpar ni de dar un veredicto, busca generar en nosotros la duda que nos haga decidir como actuamos ante la opresión que no nos dejaba antes asimilar el presente.
Ahora bien, las creencias personales están atadas al sentimiento y la voluntad de creer y se pueden moldear o desprender y las creencias culturales, están ligadas a una tradición y de ellas se derivan los valores y normas sociales que son transmitidos de generación en generación; es decir, el punto es que no debemos cortar ese hilo que se ha venido desenrollando, conmemoremos a los mártires, pero también generemos en nosotros ese sentimiento de empatía y busquemos una vida placentera que respete nuestra libertad, busquemos hacer real esa utopía mental, hagamos real y común esa lucha.
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“Mi obra no es fácil de digerir, no es lo que tú quisieras ver en realidad, lo común, lo que le gusta a las masas, lo que está bien y es bonito. El arte tiene esa cuestión de transmitir que puede ser decorativo o verse bien colgado en la pared, pero yo no voy mucho con eso porque hay otras cosas que hay que decir y formas de mostrarlo que pueden no ser cómodas para la gente”, dice Arias.
“Con la memoria escribimos nuestra identidad”
B A J A, C L I C K E A Y D E S C U B RE
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Recorrido en línea- exposición Nada que cesa.
#MAMBOenCasa #MAMBOparaTodos #MuseosEnCasa
Soy de Bogotá y cuando está exposición estuvo en el MAMBO yo asistí y realmente si se sintió como la describes, era una sensación de incomodidad, en especial con la parte del contador que no paraba
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